Descripción
Quien más y quien menos, todos hemos oído que la chía es una de las semillas más saludables que existen. Pero, ¿conocemos realmente cuáles son sus propiedades nutricionales y de qué forma podemos aprovecharnos de ellas? Tal y como se define en el Diccionario de Gastronomía -proyecto de LID Editorial y la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG)-, “la chía es una fuente natural de fibra, ácidos grasos omega-3, proteínas, vitaminas y minerales, entre otros nutrientes. Se considera, de hecho, un superalimento debido a su alto contenido en calcio y vitaminas”.
Su alto contenido en fibra es, sin duda, una de las grandes virtudes de estas semillas, lo cual ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a favorecer la absorción del colesterol. Pero hemos querido saber más, y para ello, nos hemos puesto en contacto con Carla Zaplana, nutricionista y autora del libro ‘Superfoods’ (entre otros), quien nos explica que “su elevada cantidad de fibra (30 gramos nos aportan 12 gramos de fibra) contribuye a mantener un tránsito intestinal regular, a reducir el colesterol y a mantener los niveles de azúcar en sangre, por lo que es un alimento ideal para diabéticos. Gran parte de esta fibra son mucílagos que al igual que con las semillas de lino se expanden al entrar en contacto con el agua creando una red gelatinosa».
Por otro lado, “como las semillas de lino, la chía es muy rica en ácidos grasos omega (la cantidad de omega-3 es superior a la de omega-6, ratio de 0,33:1), esto le otorga propiedades antiinflamatorias y protectoras del sistema cardiovascular y también mejora la capacidad mental y fortalece el sistema inmunológico”, añade Zaplana. Gracias a ello, la chía resulta muy beneficiosa para controlar patologías como la hipertensión, problemas circulatorios, ciertas funciones cerebrales y otras condiciones asociadas a la salud cardiovascular, como el síndrome metabólico.
Gracias a su gran capacidad para absorber líquidos, la chía tiene un alto poder saciante, además de ser muy rica en proteínas vegetales y en triptófano, un aminoácido esencial que actúa como precursor de la serotonina, así como en la síntesis de melatonina, la hormona encargada de regular el sueño.
Además, “algo muy importante que cabe destacar y que también la diferencia de las demás semillas es su gran actividad antioxidante que, entre otras cosas, previene la oxidación de sus grasas”, nos cuenta Zaplana. Las vitaminas B y E, y otros minerales como potasio, hierro, calcio, fósforo y selenio están presentes también en estas diminutas y valiosas semillas.
Con todo, ¿se puede decir que la chía es la nueva panacea de la alimentación? ¿Es, como se le ha llegado a bautizar, un superalimento milagroso? Veamos, a continuación, algunas de sus principales contraindicaciones.


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